- Por Carlos del Frade
El “Martín Fierro” cumple ciento cincuenta años y es bueno saber que su autor, José Hernández, fue un trabajador de prensa y militante político que fue perseguido por sus denuncias sobre el asesinato de Ángel Vicente “el Chacho” Peñaloza, casi un antecedente existencial de Rodolfo Walsh.
Y que el 10 de noviembre, día de la tradición, recuerda su nacimiento en 1834. Pero fue su militancia política la que determinó su persecución. El asesinato de Chacho Peñaloza fue presentado por los periódicos de la época, especialmente por los de Buenos Aires, como el “lógico final de un bandolero”.
Sarmiento y Mitre justificarán el método en nombre del progreso y la civilización. Era la necesaria construcción del sentido del presente, tendiente a conformar una visión que justifica la eliminación de las resistencias del interior ante el proyecto económico y político de la burguesía porteña en la alianza con los ganaderos de la Mesopotamia, el periodista José Hernández, militante político del proyecto de la Confederación, descubriría otra historia. Y lo haría a través de una serie de artículos que publicó en el periódico entrerriano El Argentino, de Paraná.
La primera nota se titulaba “Asesinato atroz” y comenzaba con una cabeza escrita según los conceptos actuales de la estética del periodismo informativo. “El general de la Nación, Don Ángel Vicente Peñaloza ha sido cosido a puñaladas en su lecho, degollado y llevada su cabeza de regalo al asesino de Benavídez, de los Virasoro, Aies, Rolin, Giménez y demás mártires en Olta, la noche del 12 del actual” (en referencia a noviembre de 1863).
“El general Peñaloza contaba 70 años de edad encanecido en la carrera militar, jamás tiñó sus manos en sangre y la mitad del partido unitario no tendrá que acusarle un solo acto que venga a empañar el valor de sus héroes, la magnanimidad de sus rasgos, la grandeza de su Alma, la generosidad de sus sentimientos y la abnegación da sus sacrificio.
El asesinato del general Peñaloza es la obra de los salvajes unitarios; es la prosecución de los crímenes que van señalando sus pasos desde Dorrego hasta hoy”. Hernández demuestra, a través de su notable ejercicio de la construcción de las noticias y su compromiso político que lo llevó hasta los campos de batalla, una voluntad de convertir en masivo lo oculto por los sectores dominantes.