“Estamos votando una ley que trata de reducir el nivel de crueldad generado en miles de chicos y chicas”, manifestó el diputado Carlos del Frade por el Frente Social y Popular. A través de este logro el Estados debe garantizar la inserción y estabilidad laboral de personas travestis, transexuales y transgéneros en la contratación y empleo, tanto del en el sector público como del privado. Es decir, ¿qué función cumple esta ley?, garantizar el derecho al trabajo.
“Cuando recibimos por primera vez a Lohana Berkins, hace muchos años atrás, ella nos contó su vida. La vida de Lohana es una vida de desgarro, un desgarro permanente que tiene que ver con la profundidad de lo que estamos votando: una ley que trata de reducir el nivel de crueldad que ha generado que miles de chicos y chicas sean echados de sus casas, que no hayan tenido ni escuela primaria ni secundaria, que la mayoría se mueran a los 35 años y que el 80% tenga que ejercer la prostitución – explicó Carlos y agregó – Estamos debatiendo uno de los temas más políticos que tiene el ser humano: la sexualidad. La historia de la sexualidad, parafraseando a Freud, es la historia de la represión, es el Estado metiéndose en tu casa de tal manera que hace que padres echen a sus hijos por su identidad elegida”.
Es importante destacar que este proyecto originalmente fue presentado en 2016 por el diputado Carlos del Frade. Dos años después Carlos hoy hizo referencia al libro “Historia del Cupo Trans sexualidad en Argentina”, de Osvaldo Bazán y dijo: “La ciencia los trató de enfermas. La religión de pecadores, incluso les puso un adjetivo tremendo: nefando. Nefando significa lo abominable, lo que ni siquiera se puede nombrar. Y el Estado los trató siempre de delincuentes, con la hipocresía de la doble moral de las fuerzas institucionalizadas de la represión de usarlas, explotarlas sexualmente porque son los que manejan la calle y en la calle ellas tenían que estar toda la vida, porque no podían estar ni en su casa, ni en la escuela, ni en un trabajo. Por eso, el lugar de las trans siempre era la calle, porque eran echadas de todos lados”.
Del Frade también resaltó que en Buenos Aires, cuando se declaró la ley de cupo trans, se puso un cupo del 1% de la población de esa provincia. Luego, recordó a la impulsora de la ley, Diana Sacayan, a quien los “sectores fascistas la terminaron matando; murió peleando por esta ley”.