El proyecto de ley, que presentamos por primera vez en 2018, aspira a regular las condiciones en las cuales deben llevarse a cabo los partos planificados en domicilio, en vistas a brindar un marco de protección y seguridad a la persona gestante, a la persona naciente, a los/as integrantes del equipo de salud interviniente y a la institución de referencia, sobre la base del reconocimiento del derecho de la persona gestante a elegir cómo, dónde y con quién parir.
Partimos de la necesidad de reconocer y arbitrar los medios para hacer efectivo este derecho de elección.
Muchos países contemplan el parto en domicilio como una política de Estado garantizando los derechos y autonomía de las personas gestantes y personas nacientes y el desempeño profesional dentro de un marco legal y sanitario de seguridad: Holanda, Noruega, Dinamarca, Alemania, Francia, Canadá, entre otros. El parto planificado en domicilio es una opción para embarazadas de bajo riesgo que muestra muy buenos resultados en todos los países donde se lleva a cabo.
En nuestro país, según las últimas estadísticas de la Asociación argentina de Parteras Independientes (Aapi), del total de mujeres que planifican parir en el domicilio, el 85% finaliza su parto en su hogar y un 15 por ciento es trasladada a un hospital o clínica.
Sólo el 6,5% requiere cesárea, en contraposición con el sistema privado que tiene entre un 50% y un 70% de cesáreas. En ninguna región las cesáreas deberían ser más del 15%, según la Organización Mundial de la Salud”. Este estudio presenta resultados comparables con los de la literatura internacional.