- Publicado en Agencia de Noticias Pelota de Trapo
Más allá de los resultados electorales y las cifras que marcan el fin del misterio del viaje del voto hacia el fondo de las urnas, hay otros números que importan o deberían importar. Números y palabras que hay que pensar. Cuatro de cada diez personas detenidas en las cárceles de la provincia de Santa Fe son analfabetas, dice Guillermo Cabruja, a cargo del programa “Alfabetización Santa Fe”.
-Cuando uno encuentra a una persona de más de 15 años que no sabe leer ni escribir o que tiene grandes dificultades con la lectoescritura, evidentemente perdió un derecho, no lo pudo adquirir ya que la educación es un derecho humano fundamental. Son esos que de chicos, dan lástima y de grandes, miedo. Que después tienen una gran dificultad para vivir en una ciudad como la nuestra…hay mucha deficiencia…tampoco son dueños de las palabras…Gente que no puede hacer un trámite o escribir una carta…Es en la condena donde puede estar la oportunidad para que se reinserten y puedan pasar a formar parte de la sociedad de forma positiva, aunque las cárceles dejen mucho que desear…Los chicos que están detenidos agradecen estar allí porque de otra forma estarían muertos…Allí es donde te empezás a dar cuenta de que las cárceles fueron hechas para los pobres, los que no tienen los derechos, porque cuando vas a ver los barrios en los que viven, es denigrante, no tienen los servicios básicos y elementales para una vida normal – sostiene Cabruja con la convicción de un militante de más de cuarenta años de poner el cuerpo y alma entre los sectores más saqueados.
Esa realidad intramuros refleja lo que sucede afueran en los barrios estragados.
Geografías castigadas por proyectos económicos y políticos que dejan pelusas en los bolsillos y cicatrices reabiertas en el alma.
¿Quién le robó el trono a la noble igualdad?.
¿Pensarán las pibas y los pibes que es glorioso vivir en la Argentina del presente?.
No parece ser la respuesta que se asoma en algunas encuestas.
Más de la mitad de los argentinos preferiría vivir en otro país y entre los jóvenes de 16 a 24 años la cifra trepa al 70 por ciento, según reveló una encuesta realizada por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y la consultora Voices, sostiene la información publicada en septiembre de este año.
Los países preferidos para emigrar son España (25%), Estados Unidos (11%) e Italia (9%) indicó el estudio. En tanto que seis de cada 10 argentinos que desearían vivir en el exterior ven a las perspectivas económicas de Argentina como la principal motivación para emigrar. Este motivo es aludido especialmente por el 70% de los jóvenes que expresaron tal voluntad.
“De forma similar, el 58% de quienes dijeron que les gustaría vivir en el exterior mencionó a las mejores posibilidades de desarrollo profesional como un segundo motivo para irse. Esta opinión crece a medida que desciende la edad”, destaca la encuesta realizada entre 1300 personas de todo el país.
Como en los años noventa Ezeiza vuelve a tornarse una posibilidad.
Se extranjerizan las riquezas y también el alma y el cuerpo de las pibas y los pibes.
En las escuelas, mientras tanto, más de 1 millón de estudiantes no pudo regresar a las aulas desde el inicio del ciclo lectivo 2021, según el informe “Impacto de la pandemia en la educación de niños, niñas y adolescentes” de UNICEF.
La encuesta señala que, en mayo de 2021, el 91 por ciento de los hogares argentinos reportó que los chicos y las chicas tuvieron clases presenciales, pero hay un 9 por ciento restante -que representa un millón de estudiantes- que aún no retomó la presencialidad.
“Luego de un año completo sin presencialidad en las aulas, en un contexto de grandes desigualdades sociales y educativas, es vital asegurar la escolarización con la mayor presencialidad posible en todo el territorio argentino”, afirmó Cora Steinberg, Especialista en Educación de UNICEF. “En los lugares donde no se pueda, por cuestiones epidemiológicas, la interrupción debería extenderse por el menor tiempo posible -agregó-. Hoy, más que nunca, es necesario priorizar estrategias de continuidad y calidad de servicios educativos para la población en situación de vulnerabilidad, sostuvo Unicef Argentina.
Estos números hablan del dolor producido por la concentración y extranjerización de la riqueza por un lado y, por otro, por la falta de una conciencia histórica que genere amor, pertenencia y esperanza. Solamente se defiende lo que se ama y solamente se ama lo que se conoce.
En estas cifras que reflejan la falta de educación en muchas personas que están presas, el deseo de irse del país y la necesidad de recuperar el protagonismo de la escuela, se perfila la profundidad de la pelea que hay que hacer todos los días.
Estos otros números, más allá de los resultados electorales, deberían ser muy importantes.