- Por Carlos del Frade
El jueves 24 de octubre de 1929 fue el jueves negro, el inicio del crack financiero de Wall Street. Según el historiador Frederick Lewis Allen en su libro “Only Yesterday”, “parece posible que la causa principal del derrumbe de los precios durante la primera hora del 24 de octubre no fuese el temor, y tampoco una venta a la baja.
Fue el aflujo al mercado de centenares de miles de acciones retenidas en nombre de pobres especuladores cuyos márgenes estaban agotados o a punto de agotarse (…) El gigantesco edificio de los precios estaba taladrado por el crédito especulativo, y ahora se derrumbaba bajo su propio peso (…) ¿Dónde estaban los cazadores de negocios brillantes, los trusts de inversiones, los poderosos banqueros que podían respaldar los precios? Y los precios seguían bajando y bajando.
El rugido de voces que se elevaba desde la sala de la Bolsa…, se había convertido en un rugido de pánico”. Según el economista canadiense John Kennet Galbraith, “ese jueves 24 fue el primer día de terror. Se transfirieron 12.894.650 acciones, muchas de ellas a precios que destrozaron los sueños y esperanzas de quienes las habían poseído (…) El rasgo más singular de la catástrofe de 1929 fue que lo peor… empeoraba continuamente.
Lo que un día parecía el fin de la crisis, al siguiente se demostraba que sólo había sido el comienzo”. “El Gran Mercado Alcista estaba muerto. Miles de millones de dólares de ganancia habían desaparecido. El tendero, el limpiador de ventanas y la costurera habían perdido su capital. En todas las ciudades había familias que pasaron repentinamente de la riqueza ostentosa al endeudamiento. Día tras día, los periódicos publicaban torvos informes de suicidios…”.
En 1933, Franklin Delano Roosevelt fue electo presidente y puso en marcha el New Deal, basado sobre las ideas del economista John Maynard Keynes, que permitían la intervención del Estado en situaciones de gran emergencia: lo duramente opuesto al libre juego del mundo privado y su bastón mayor: el capitalismo. Impulsó las inversiones, el crédito y el consumo.
Consecuencia: bajó el desempleo. Subsidió a bancos y agricultores. Aumentó el salario y redujo las horas de trabajo. Exigió diseñar planes de asistencia sanitaria y un nuevo sistema de jubilaciones y pensiones. Las crisis y las astucias del capitalismo continuarían…