Por Carlos del Frade
¿Le explicarán las y los accionistas de Vicentín al pueblo argentino por qué permitieron que entre agosto de 2019 y enero de 2020, los titulares de la firma hicieron 1.418 transferencias bancarias por 17.199.202.360,76 pesos, del Banco Nación, a “cuentas propias”?
¿Le explicarán las y los accionistas de Vicentín al pueblo argentino el destino de los 136 millones de dólares de la venta de Renova, un día antes de la cesación de pagos, a Glencore y el de los 200 millones de dólares de la venta de FRIAR a capitales holandeses?
¿Le explicarán las y los accionistas de Vicentín al pueblo argentino por qué los balances de sumas y saldos mensuales le dan una ganancia de 846 millones de dólares durante 2019, el balance presentado en septiembre de 2020 habla de pérdidas por 52 mil millones de pesos?
¿Le explicarán las y los accionistas de Vicentín al pueblo argentino por qué un empresa con más de noventa años de historia decide sepultar su filosofía de producción y apostar la rentabilidad financiera, abriendo off shore, vaciando empresas, inventando otras y lavando dinero en paraísos fiscales?.¿Alguna vez les explicaron a las y los accionistas de Vicentín el rol verdadero del ex presidente Mauricio Macri en cada uno de estos delitos económicos?
¿Qué pasaría si las y los accionistas de Vicentín se indignan ante estos manejos de fondos que llevan a la empresa al borde de la quiebra y denuncian que fueron usados al servicio de una verdadera asociación ilícita entre algunos de sus directivos y los principales funcionarios del ex gobierno nacional, pasando por las autoridades del Banco Central, el Banco Nación y el propio ingeniero Macri?
¿Qué explicarán las y los accionistas de Vicentín si la empresa termina convirtiéndose en una multinacional más y produciendo un destino incierto para su miles de trabajadoras y trabajadores?
El jueves 15 de octubre, cada una de estas preguntas pueden ser tenidas en cuenta o ignoradas.
El problema es que en el medio hay una fenomenal estafa al pueblo argentino.
Las y los accionistas de Vicentín tienen la palabra.