Recorrimos la cintura cósmica del Paraná, como tantas veces lo hice por tierra y agua, desde Villa Constitución hasta Timbúes, enancados en una avioneta con la idea de registrar las postales de la contaminación, consecuencia de la impunidad de las grandes empresas.
Desde finales de los años ochenta vengo denunciando que la agresión al río es proporcional al malestar de las personas que trabajan dentro de esas firmas. De eso se trata lo que van a ver.