Por Carlos del Frade.
Agosto de 2021.
(Apuntes para pensar el conflicto)
Dow y su propia presentación
(De la página web del grupo)
“…El conocimiento científico y tecnológico nos impulsa a ser una de las compañías químicas y petroquímicas más importantes de la Argentina con más de 60 años de presencia en el país y más de 120 años de trayectoria global.
“Buscamos ser la compañía de ciencia de los materiales más innovadora, inclusiva, sustentable y enfocada en el cliente. El portfolio de Dow en Argentina entrega una amplia gama de productos y soluciones basados en tecnologías diferenciadas para mercados finales de alto crecimiento como empaques, transportes, infraestructura y cuidado personal. Trabajamos en un entorno que defiende la integridad, el respeto por las personas y la protección de nuestro planeta.
“A nivel local contamos con oficinas en la Ciudad de Buenos Aires, la planta de Puerto Gral. San Martín, provincia de Santa Fe y el complejo petroquímico más grande de América Latina, en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.
“Dow opera en la región Sur de América Latina con oficinas centrales en la ciudad autónoma de Buenos Aires, seis plantas (dos de etileno y 4 de polietileno) en Bahía Blanca, así como una planta en Puerto General San Martín”, sostiene la empresa.
El cierre
“La química Dow anunció está mañana el cierre de su planta de San Lorenzo donde producen poliuretano, material que se vende a diferentes industrias. El anuncio se hizo a los 110 empleados que trabajan en esa planta que seguirá produciendo hasta mayo de 2022 y tiene prevista la salida para fines de año que viene, según le explicó a El Cronista Matías Maciel, gerente de Asuno Púbicos de la firma”, escribió “El Cronista Comercial”, el pasado 9 de agosto de 2021.
“Es una decisión en el marco de una reestructuración global de la compañía que se anunció en julio del año pasado, y en este marco se incluyó el cierre de activos y plantas de manufactura en todo el mundo que en este caso afectó a San Lorenzo”, explicó Maciel, quien aseguró que la medida no tiene relación alguna con la coyuntura económica o sanitaria del país.
De hecho, detalló que también se decidieron cerrar otras plantas en China, Austrtalia y Estados Unidos.
La planta Dow San Lorenzo es la única en Argentina que produce poliuretano, material fundamental para industrias como la de la línea blanca, la automotriz y para la producción de colchones.
Según explicó Maciel no está prevista la venta de la fábrica. “La idea es seguir suministrando el producto en la Argentina a través de otras plantas donde producimos poliuretano como la de Colombia, Brasil o los Estados Unidos”.
Dow, que en la Argentina tiene 820 empleados, también esá presente en Bahía Blanca, en el polo petroquímico donde producen polietileno. “Aseguramos nuestra continuidad en Bahía Blanca y nuestra presencia en la Argentina”, señaló Maciel, quien contó que, por un tema de seguridad la actividad en San Lorenzo se paró por hoy y mañana.
PBB POLISUR
Dow pertenece al grupo norteamericano que en la Argentina tres plantas que forman parte del privilegiado conjunto de las mil empresas que más venden en el país.
Una de ellas es PBB Polisur, ubicada en el puesto 37 entre las mil empresas que más vendieron durante el año 2020, primer tiempo de la pandemia.
Tuvo un volumen de facturación de 89.398 millones de pesos, mientras que un año antes había vendido por 71.165 millones de pesos.
Eso significa ventas por 244 millones de pesos diarios, 10 millones por hora y 170 mil pesos por minuto.
Números que demuestran que es un grupo de funciona muy bien.
Los números
La empresa Dow AgroSciencie Argentina vendió durante el año 2020 por un monto total de 28.893 millones de pesos, ubicándose en el puesto 131 entre las mil empresas que más facturan de acuerdo al reconocido ranking que todos los años publica la revista especializada “Mercado”.
Esa cifra anual puede leerse también como 79 millones de pesos diarios de ventas, 3,2 millones de pesos por hora y 54.971 pesos de facturación por minuto.
En el año 2019 se ubicó en el puesto 137, con un volumen de facturación de 23 mil millones de pesos.
Es una empresa que pertenece al grupo Dow Chemichal Company. Su actividad es la fabricación de sustancias químicas básicas.
Otra empresa es Dow Química Argentina, ubicada en el puesto 299 entre las mil que más vendieron durante 2020, con un volumen de facturación de 11.222 millones de pesos y en 2019, 8.933 millones de pesos.
Ese volumen de venta durante 2020, significa una facturación diaria de 30,74 millones de pesos; es decir, 1,2 millones de pesos por hora y 21.350 pesos por minuto.
Las ventas de estas 3 empresas del grupo en Argentina
PBB Polisur: 89.398 millones de pesos.
Dow AgroSciencie Argentina: 28.893 millones
Dow Química Argentina: 11.222 millones de pesos
Las principales tres empresas del grupo norteamericano facturaron en 2020 un total de 129.513 millones de pesos.
Son 354 millones de pesos diarios.
14,7 millones por hora.
246.409 pesos por minuto.
Cerrar la planta de Puerto San Martín no es por motivos económicos ni financieros.
Es un por una razón geopolítica que exhibe un cuadro de situación crítico para la Argentina.
¿Cuál es el rol que las grandes corporaciones norteamericanas quieren imponerle al país?.
El conflicto de Dow, entonces, es mucho más que una cuestión laboral.
“…que no sea utilizada por terceros”
(19 de agosto de 2021)
El grupo multinacional Dow anunció el cierre de su planta en Puerto General San Martín, departamento San Lorenzo, para el mes de mayo de 2022, generando la angustia en las 120 familias directamente vinculadas y una alerta política económica muy fuerte en la región y el país porque significa nada menos que la desaparición de la única fábrica de poliuretano.
El jueves 19 de agosto de 2021, en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe, en la sede rosarina, ante la presencia del señor Subsecretario de Trabajo, Antonio Jorge Milici y del señor Subsecretario de Legal y Técnica, Dr. Ramiro Ruiz Fernandez, dentro de los autos caratulados “PBBPOLISUR SRI- C/ SOEPU S/ SOLICITA INTERVENCIÓN”, Expte. NO 01604-0248896-6, se celebró la audiencia en forma virtual a través de la aplicación Google Meet en el marco de ta Resolución N O 074/2020 dictada por esta Autoridad de Aplicación.
En el acta se lee: “Solicitamos se deje constancia en acta que el Sr. Raúl Sheridan manifestó a) que la firma al utilizar la palabra demoler no se refería a destruir los edificios sino a retirar la tecnología propia que hay en la empresa para que no sea utilizada por terceros; b) que no tienen intención de transferir el establecimiento a terceros”.
Tal afirmación es una ratificación del grupo multinacional de terminar con las fuentes laborales pero también con la única industria que produce este tipo de insumos en el país.
Por eso es fundamental saber qué medidas tomará el gobierno provincial ante esta decisión que va más allá de lo laboral y concierne a niveles de decisión política nacionales e internacionales.
La historia silenciada.
(De nuestro libro “Desaparecidos, desocupados. Un por qué al ex cordón industrial del Gran Rosario”, Rosario, 1996)
Dow Chemical fue la última gran industria petroquímica que se radicó en la zona del entonces cordón industrial del Gran Rosario.
Creó una leyenda basada en un método de producción de puertas cerradas, donde los empleados eran calificados sin existencia de actividad gremial alguna. Difundió una imagen hacia el exterior de cuidar el medio ambiente y respetar la salud física y social de sus trabajadores.
En 1994, sin embargo, se demostró que los elementos con que trabaja la empresa norteamericana pueden afectar gravemente la salud de sus empleados y también, otra vez, se verificó la inexistencia de un control de parte de los estados municipal, provincial y nacional, que tenga en cuenta la procedencia, calidad y peligros de los materiales con que se trabajan en las empresas puertas adentro.
Un agujero negro donde perdida la salud de los trabajadores, se multiplica la impunidad del sector empresarial ante la mirada distraida del estado.
Durante 1994, en Dow Chemical, la mosca blanca en la zona del ex cordón industrial en cuanto al buen cuidado del medio ambiente laboral, aparecieron dos casos comprobados de lupus eritematoso sistémico, una enfermedad que ataca principalmente a mujeres y que, bajo tratamiento, puede superarse. El ingeniero Jorge Bornemann, gerente de la empresa localizada en Puerto General San Martín, confirmó los dos casos presentados en la planta.
Agregó que “una de las enfermas de lupus fue quien estaba realizando un relevamiento de las sustancias químicas que existen en el ambiente, pero no se ha demostrado una relación causa efecto con ellos. La gente sabe que existe transparencia en nuestros procedimientos”, dio el directivo.
Por su parte el doctor Sergio Salomón, médico de la empresa, indicó que se tratan de tres casos de enfermedades inmunológicas dentro de la planta y aseguró que la planta tiene un registro sobre los productos químicos que utiliza en Puerto San Martín.
Sin embargo, distintos toxicólogos consultados sostienen que el lupus tiene una etiología desconocida y llama la atención que aparezcan dos casos teniendo en cuenta “la baja incidencia de la enfermedad en el país y en la zona”.
Incluso existen presunciones que a pesar de la dificultad de establecer una vinculación directa con las condiciones del medio ambiente laboral, se deduce que si la enfermedad que si no es tratada a tiempo resulta mortal deriva de productos químicos, puede haber sido causada por elementos desconocidos que están suspendidos en el lugar.
Dow Chemical se asentó en la región en 1970, factura 160 millones de dólares anuales y produce polioles, siendo el poliuretano la materia prima para elaborar látices de lo que luego derivan distintas pinturas. La empresa es proveedora de industrias de papeles satinados, adhesivos, esponjas, herbicidas e insecticidas.
El agujero negro
Las siguientes son frases que fueron dichas por funcionarios ante la pregunta si existe un registro epidemiológico sobre el impacto de las sustancias químicas que se manejan en la zona, ya sea a trabajadores como a la población en general.
*”No hay estudios sobre el impacto de los productos químicos en la salud de la gente de la zona”, doctor Lorenzo Domínguez, intendente de Puerto General San Martín, ex ministro de salud del gobierno santafesino.
*”No tenemos ningún registro. La verdad es que se podría hacer algo así”, Antonio Diez, secretario de trabajo de San Lorenzo donde en los últimos diez años se produjeron 47 accidentes de trabajo mortales y las enfermedades profesionales han aumentado en los últimos tiempos.
*”Es de esperar que las fábricas tengan su propio sistema de autocontrol, como los clubes tienen con sus piletas de natación”, insólita reflexión del doctor Jorge Tumosa, director del Centro de Salud de Fray Luis Beltrán.
*”La cuestión de la contaminación está relacionada con los vientos, por lo que a veces se siente en veinte cuadras a la redonda y no al lado de la fábrica”, impactante definición cuando se preguntó sobre los impactos tóxicos en la salud y no sobre la afectación al medio ambiente al doctor Daniel Denunzio, secretario de salud ambiental de San Lorenzo.
Estas consideraciones demuestran que existe un agujero negro que debiera servir como antecedente para crear una medicina laboral preventiva en la zona y en la provincia.
Este agujero negro que deriva del pensamiento arcaico de aislar las cuestiones de salud del medio ambiente laboral y de la historia económica de la región, favorece a los empresarios, los malos políticos y los peores sindicalistas.
No se trata de una cuestión de conciencia ecológica, sino de una actitud política valiente que enfrente los intereses que siguen acumulando poder ante la precarización de la vida y del trabajo.
Un cuarto de siglo después de esta historia silenciada, Dow decide el cierre de su planta en Puerto General San Martín sin tener la mínima intención de reparar daños.
Es fundamental pensar si los capitales internacionales pueden irse sin importar consecuencias económicas y sociales que quedan en los lugares que, durante décadas, les sirvieron para incrementar su patrimonio.
Por eso es fundamental la defensa de la industria nacional, los puestos de trabajo y la soberanía económica en relación a estas decisiones.