Menem y el billete de cien pesos

La historia argentina se vive en clave de novela. Avanza y rebobina en el presente. El pasado está abierto como consecuencia de sucesivas construcciones de impunidad y los sueños colectivos inconclusos pugnan por enamorar a las nuevas generaciones.

Demasiado pegados andan los tiempos cronológicos para creer que sólo basta con el orden de los factores para entender la realidad argentina. Por eso dicen los grandes escritores que la novela es el único género capaz de contener semejantes virajes temporales aún cuando se hable de un año, un mes y hasta de un solo día del almanaque en concreto.

D NQ NP 995908 MLM28773239444 112018 O

En su cara, la imagen de Julio Argentino Roca. En el anverso, las tropas de Roca cruzando el Río Limay y el título de la pintura, “La conquista del desierto”. Clara postal de los tiempos históricos argentinos. De esa pertinaz presencia del pasado abierto en el presente, ya sea para justificar o para imponer los privilegios de pocos por encima de las necesidades de los que son más.

Roca fue el presidente que nos puso en el planisferio dentro de la entonces llamada división internacional del trabajo hecha a imagen y semejanza del imperio de aquel siglo XIX, Gran Bretaña. Con quien el roquismo supo practicar sus buenas dosis de relaciones carnales. Y Roca hizo aquella incorporación de la Argentina al mundo manejado por el imperialismo inglés luego de haber sido el jefe del primer gran terrorismo de estado que se inició en 1879 con la llamada Conquista del Desierto.

No había desierto. Dice el imprescindible antropólogo e historiador Carlos Martínez Sarasola en su libro “Nuestros paisanos los indios” que aquella “conquista” terminó con la vida de más de 12 mil personas que vivían, amaban, sufrían, soñaban y construían su economía, religión y cultura en la Patagonia.

Aquellos originarios habitantes de la Patagonia fueron desaparecidos, convertidos en desierto por obra y gracia de una decisión política tomada desde el estado argentino decidido a terminar con las molestas presencias que imposibilitaban varios negocios con las tierras del sur, entre otros, hipotecarlas a cambio de contraer créditos externos. Fue desierto después del terrorismo de estado y de la subordinación de la nación a los intereses del imperialismo de turno.

Cien años después, el gobierno argentino de la mano de Menem y Cavallo, prometían el primer mundo como único horizonte posible luego del genocidio de 1976 cuyos principales responsables eran indultados por el riojano. No era una simple curiosidad, entonces, que el máximo símbolo del poder económico que a veces ingresaba en el bolsillo de los trabajadores fuera la imagen de Roca y su obra cumbre. Porque el poder económico concentrado en pocas empresas de los años noventa del siglo XX también estuvo prologado del terrorismo de estado que terminó con los otros indeseables que molestaban a ese proyecto.

El billete de cien pesos es la perfecta síntesis de la lógica del sistema en la Argentina. Terrorismo de estado, incorporación a la política internacional según el dictado de la potencia hegemónica del momento y mayor concentración de riquezas en pocas manos. Hasta el propio Menem, alguna vez, se comparó con Julio Argentino Roca. Aunque una socia menor del gobierno, Adelina Dalessio de Viola, dijo que si debía emparentar al riojano con algún prócer lo haría con Justo Urquiza. Correcta visión la de la señora conservadora.

Urquiza terminaría asesinado por haber traicionado el proyecto de integración de las economías regionales que fue el sueño de la Confederación. El desierto era para los conquistadores o para aquellos que se animaban a encontrarse para marchar en contra de la corriente.

Compartir:

Noticias recientes

Legislatura 2

Vicentin, 5 años después.

Fugadores, los héroes preferidos del presidente. Por Carlos del Frade. “Unos 26 integrantes del directorio de la cerealera Vicentin y del Banco Nación en 2019 fueron citados a prestar declaración indagatoria acusados de ponerse de acuerdo para cometer un fraude, que habría provocado al Estado un perjuicio de al menos 260 millones de dólares, en el otorgamiento de créditos”, publicó el martes 16 de septiembre […]
mum

Las mujeres y las balas narcos

Las violencias cotidianas se llevan vidas y borran de un plumazo conceptos medulares. Como que mujeres e infancias eran los privilegiados. Así como en las barriadas hay más bunkers que comedores, como definen los vecinos, el cuerpo de las mujeres vuelve a aparecer como el mapa más castigado por esta modalidad de violencias urbanas. Carlos […]
pelo

Vida infrahumana en la cárcel

Tres muchachos en cárceles santafesinas. Denunciaron ante la justicia condiciones horribles de vida. Sin aseo, sin ropa, sin comida. Con frío. Con cucarachas y agua en los pies. Durante semanas. Como en dictadura. Pero en democracia desde hace 42 años. Contradiciendo normas constitucionales. Por Carlos del Frade (APe).- Dice la Constitución de la Argentina en su […]
sanca

Formas de vivir, formas de morir

Un hombre que vive en la calle anota el celular de un diputado detrás de la estampita de San Cayetano. Una nena de cinco años muere con otitis, desnutrición y hambre. El quíntuple crimen laboral de cinco obreros de San Lorenzo sigue sin responsables. Formas de vivir y de morir. La normalidad en tiempos crueles. […]
otravi1

“En otra vida”

Así se llama el juego que inventaron un grupo de chicas y chicos de 10 años de una escuela rosarina. Donde imaginan un mundo en el que sus sueños puedan ser reales y tangibles. Una de tantas experiencias de resistencia a la hostilidad cotidiana que van construyendo junto a una de tantas maestras invencibles de los […]
rayuela

La imprescindible defensa de la niñez

Los gobiernos nacionales y provinciales niegan la violencia altamente lesiva en la geografía del sur del mundo mientras se multiplican los negocios del narcotráfico y el contrabando de armas y los suicidios adolescentes. Como contrapartida, se profundiza la resistencia de quienes le gambetean a la resignación y al miedo desde el cuidado de las infancias. […]