“Llegar al Congreso nos dará más fuerza y más protección para seguir peleando contra aquellos que le hacen tan mal al pueblo santafesino. Fuimos amenazados por el principal narco de Rosario y declarados enemigos de Vicentin”, dijo el periodista, legislador provincial y candidato a diputado nacional
- Publicado por “El Ciudadano”
Según interpreta Carlos Del Frade, estar amenazado de muerte por uno de los capos narco de Rosario y haber sido declarado enemigo número uno por la defaulteada Vicentin le otorga “la tranquilidad espiritual” para “seguir trabajando como lo venimos haciendo”, en el objetivo político de llegar a ocupar una banca como diputado nacional.
“Queremos llegar al Congreso de la Nación porque la situación del país es dramática. Yo creo que hoy la Argentina es una semicolonia y tiene formalismos de independencia. Elegimos las autoridades políticas, pero los recursos y la riqueza del pueblo argentino no nos pertenecen. Están en manos extranjeras”, analiza el actual diputado provincial y candidato a una banca en el Congreso por el Frente Soberanía Popular, en entrevista con El Ciudadano.
“Siempre hemos planteado estos problemas estructurales en la provincia, a partir de lo que significa la recuperación de la soberanía del Paraná y de Vicentin. E incluso del tema del narcotráfico. Podemos ser una voz que se ha ganado el respeto de mucha gente en la provincia. Y, por fin, por afuera de los grandes partidos políticos, llegar al Congreso para seguir trabajando tal como lo venimos haciendo. Con la tranquilidad espiritual de que estamos amenazados de muerte por el principal narco de la ciudad de Rosario, Esteban Lindor Alvarado, y con Vicentin que nos declara el enemigo público número uno. Lo cual nos da una gran tranquilidad de conciencia. No vendemos humo. Con nuestro trabajo estamos molestando a la gente que le hace daño a la provincia. Llegar al Congreso de la Nación nos dará más fuerza y más protección para seguir peleando contra aquellos que le hacen tan mal al pueblo santafesino”, entiende Del Frade.
–¿Estamos en presencia del escenario más crítico de la provincia, entre el avance del narcotráfico que conlleva más inseguridad, la crisis ambiental por las quemas en los humedales del Paraná y la administración de la Hidrovía?
–El dramatismo de lo que pasa en la Argentina pega mucho en Santa Fe porque es la síntesis de una provincia riquísima pero con una profunda desigualdad. Y con sus riquezas extranjerizadas. Hay un gran problema de sobreocupación. Es decir, la gente necesita dos o tres changas para sobrevivir. Y hay cada vez menos libertad para gozar de la vida. Se vive para trabajar, en vez de trabajar para vivir. Hay que ponerle un límite de seis horas de jornada laboral, para socializar el trabajo en blanco. El asunto es no retroceder a aquellas políticas que como el macrismo nos lleva ineludiblemente a profundizar la especulación financiera como modelo económico y al empobrecimiento de nuestro pueblo. Para profundizar un modelo de soberanía, hay que ir por muchísimo más de lo que está yendo el gobierno. Otra gran discusión es por la soberanía del Paraná. Todo el movimiento que hemos realizado en su momento para que no se vuelva a licitar la Hidrovía a manos internacionales terminó con el presidente (Alberto Fernández) firmando por un solo año, para darle el control de peaje, dragado y balizamiento del río a la Administración General de Puertos. Son 300 millones de dólares, cuando por año se van 30 mil millones de dólares por el Paraná. No tiene sentido quedarse con la centésima parte de tan fenomenal negocio. Hoy tenemos 13 millones de personas por debajo de la línea de la pobreza. Hay que recuperarlo con un Estado que no sea ni bobo ni cómplice, sino que sea transparente e inteligente para que controle, planifique y administre todo lo que pasa por el Paraná.
–¿Pueden prosperar esos proyectos de soberanía popular que querés llevar al Congreso en un mapa político nacional con tanta grieta y polarización entre oficialismo y oposición?
–Son proyectos necesarios e imprescindibles. Recuperar Vicentin y que la mayoría del comercio exterior argentino quede en manos argentinas. Soberanía ambiental y soberanía económica. Para que dejen de saquear los bienes comunes, como lo son los elementos de la naturaleza. Se trata de valorar que, en esta conciencia sobre el momento crítico que atraviesa la Argentina, los sectores populares nos tenemos que juntar para profundizar la recuperación del país. Porque si no inevitablemente el modelo nacional y popular se va a convertir en un modelo antinacional y antipopular.
–¿Hay una mirada ambientalista en el Congreso para promover la ley de Humedales que tanto reclamamos los santafesinos?
–No, la verdadera importancia que la política da a los temas es directamente proporcional al tamaño de cada presupuesto. Y el presupuesto para el medio ambiente en la provincia de Santa Fe alcanza el 0,11 por ciento, al igual que a nivel nacional. Se dicen muchas cosas, pero después en la práctica se hace muy poco. La cuestión ambiental está subordinada. Hoy hay una especie de «nuevas forestales». La Forestal fue la extracción más terrible e irracional de bienes comunes. Eso se repite ahora en algunos lugares de la Argentina. La problemática del agua nos preocupa mucho. La producción del agua potable requiere millones de litros. Y así como se seca el Paraná, van a sacrificar el noroeste argentino. Los modelos extractivistas van contra la naturaleza y contra los bienes comunes. Por eso es imprescindible una mirada ambiental en serio. Hay que priorizar lo ambiental por sobre lo productivo, porque nos vamos a quedar sin biodiversidad ni casa cósmica para nuestras islas y nuestros hijos. Hay mucha fraseología pero poco presupuesto.
–La Justicia federal, ¿aplica el rigor de la ley para sancionar a los responsables de los incendios en los humedales?
–Desde el Congreso tendremos que trabajar en la idea de que la jurisdicción no tiene que ser excusa para actuar. Tienen que interactuar la Justicia provincial y federal cuando se producen las quemas en los humedales. Si no estamos en el patético escenario de que todos vemos el humo pero nadie articula una respuesta concreta. La jurisdicción no puede ser excusa para no actuar. Habrá que articular distintos artefactos legales para que entre la Justicia provincial y federal puedan condenar a los empresarios que liquidan a la naturaleza en beneficio particular.
–¿Por dónde se ataca al narcotráfico? ¿Por los barrios periféricos en donde los pibes de 17 años se convierten en sicarios o soldaditos? ¿O por los grandes narcos que lavan dinero ilegal por la venta de droga?
–El narcotráfico es un negocio. Y cortar la circulación del dinero implica cortar el negocio. Hay que multiplicar los allanamientos a financieras como Cofyrco. Allí empiezan a pegarle en serio al negocio del narcotráfico. Y en los barrios, en lugar de poner tantos patrulleros, hay que poner trabajo, educación, cultura, alegría y deporte. La mano dura tiene que ser para los delincuentes de guante blanco. Para la gente desesperada en los barrios necesitamos un Estado virtuoso, no un Estado contaminado a través de los nichos corruptos de las fuerzas de seguridad. Para que las pibas y los pibes no terminen siendo seducidos como pasa desde hace 20 años por la enorme propuesta de drogas y armas.
–¿Qué mensaje le dejarías al electorado para el domingo? Para el que te votó en las primarias, para el que no y para el que está indeciso.
–Que nos voten con muchas ganas y con mucha confianza. En estos años hemos trabajado mucho más que nadie. Estar bajo amenaza de muerte por el principal narco de Rosario y también señalado por Vicentin, queda demostrado que tenemos la valentía necesaria para no defraudar ningún tipo de voto. Por más que tengan dudas o no compartan la totalidad de nuestras ideas, sí les pedimos que nos compartan aquellas pasiones que alguna vez nos animaron a todos. La pasión por Santa Fe y por la Argentina. La honestidad, el trabajo y el estudio. Para seguir adelante necesitamos el acompañamiento de la gente a través del voto.