–En Rosario no se negocia la droga a largo plazo. Todos terminan presos o muertos. Es negocio para pocos, para los que manejan los hilos desde la cárcel o en las cuevas. Pero para las bases es un sueño que rápidamente se transforma en pesadilla. Rosario es un lugar donde están tan cebados que los nombres y los lugares se repiten en diferentes investigaciones – le dijo una persona que integra fuerzas federales al excelente periodista Leo Graciarena.
Tiene razón esa fuente consultada, basta con mirar la edad de las víctimas del negocio del narcotráfico y se observará la juventud de esas existencias.
Hemos dicho hasta el cansancio que la sangre derramada en los barrios de la ex ciudad obrera se lava en el centro a través de casas de cambio, mesas de dinero, mutuales y bancos.
En la última semana de octubre de 2021, el asesinato de Javier Pérez, un joven arquitecto que vivía en el norte de la ex ciudad ferroviaria e industrial, convocó a miles de personas de sectores populares que llegaron a echar al gobernador Omar Perotti y al intendente Pablo Javkin. Mucha bronca y mucho dolor alrededor del Monumento Nacional a la Bandera.
Horas después, en el mismo edificio que fue inaugurado con el juicio a Los Monos en 2018, en el Centro de Justicia Penal, catorce integrantes del directorio del conglomerado Vicentin compraron su libertad condicional con diez millones de dólares.
El fiscal Miguel Moreno, serio y contundente, había demostrado estafas varias en contra no solamente de productores y bancos nacionales e internacionales, si no contra el pueblo argentino a través de la utilización del dinero del Banco de la Nación.
Pero el juez que reconoció la solidez del argumento del fiscal decidió otorgarles la libertad bajo caución por lo menos para esta etapa del proceso penal.
Hay una doble confesión de partes en estos hechos.
Por un lado los integrantes del directorio de Vicentin se saben culpables y entienden que la única manera de lograr su libertad condicional es pagando nada menos que diez millones de dólares.
Y, por otro, la señora vendada que está en los tribunales vuelve a mostrar su carácter clasista. Pasan de largo los peces grandes y quedan atrapados los peces chicos. También es una confesión de partes.
En esos mismos días, el actual jefe de la banda de Los Monos, el Guille Cantero volvió a sufrir una nueva condena con lo que suma más de cien años de prisión de los cuales no podrá cumplir más que medio siglo.
Hay aquí un apunte necesario: Los Monos y Vicentin son las dos caras de una misma moneda. Las expresiones de negocios ilegales que mueven millones de pesos pero con la diferencia que la banda del sur empobrecido rosarino tiene esa marca de origen y por eso quedan presos sus integrantes sin posibilidad de pagar una caución similar a la prometida por los señores empresarios de Vicentin. Por eso resulta sencillo condenar una y otra vez al Guille Cantero como si fuera el único demonio en la ciudad de pobres corazones como alguna vez la llamó Fito Páez.
En realidad, los dolores que sufren las mayorías habitantes de los barrios de la ex ciudad obrera derivan de la impunidad de los que saquearon su impronta trabajadora y la formatearon como capital del boom inmobiliario y los servicios de acuerdo al modelo económico impuesto desde muy lejos del río marrón cada vez con menos agua.
Ahora vendrán ideas de encimar fuerzas de seguridad una sobre otra en lugar de sumar fuerza política para eliminar los nichos de corrupción existentes, los nidos de donde emergen las armas que sirven para derramar sangre de la pibada o ir en serio contra el lavado de dinero.
Mientras tanto el libreto de la moneda de doble cara se repetirá: Los Monos como monotemática explicación de los males rosarinos y Vicentin, la gran empresa, caída en desgracia.
Dos grandes mentiras.
Si la hipocresía continúa, los dolores del pueblo continuarán.
Fuente: Diario “La Capital”, domingo 31 de octubre de 2021; documentos judiciales de la causa Vicentin impulsada por el fiscal Miguel Moreno y entrevistas del autor de esta nota.
(*) Algo más en primera persona: estoy en la lista de potenciales asesinados por el narco Esteban Alvarado y como primer “enemigo” en un documento de Vicentin donde detalla los lineamientos del nuevo directorio. No está nada mal molestar a los que les embroman la vida cotidiana a nuestras mayorías.