Lo mas importante para Santa Fe es recuperar el control del agente financiero porque allí es donde se define de verdad la política provincial a favor de las pymes y los santafesinos.
El proyecto de Ley tiene como objetivo principal contar con una entidad financiera propia en la provincia de Santa Fe. Un Banco Público, de fomento, bajo gestión y dirección estatal. Para ello proponemos la pronta recuperación del Banco Santa Fe, entidad creada en sus inicios para tal fin, y hoy en manos del grupo Petersen.
Ni el mundo, ni la Argentina, ni la provincia de Santa Fe actual tienen puntos comparables a la realidad histórica de 1874 (cuando fue fundado el banco). Pero en el principio filosófico, político y económico de aquel origen del Banco Provincial está la necesidad de profundizar la democracia a favor de las grandes mayorías santafesinas. La vigencia de la llamada ley de entidades financieras de 1977, piedra angular del poder de los bancos en la Argentina del último medio siglo, exhibe los límites de la democracia. Es competencia de esta Legislatura hacer el esfuerzo por pensar un proyecto de provincia que vaya más allá de la coyuntura.
Los lineamientos que se establecen en el proyecto apuntan a que la entidad pueda “brindar una herramienta económica financiera que fomente la actividad productiva de los pequeños y medianos productores del campo y la ciudad, que brinde a la comunidad el servicio necesario para su integración, hasta el más pequeño núcleo poblacional, que promueva el comercio exterior de los productos elaborados en la Provincia, que permita al Ejecutivo provincial implementar políticas de salvataje para los afectados por inclemencias climáticas, que implemente planes de préstamos hipotecarios para construcción, remodelación, ampliación, mejoras o adquisición de vivienda única a los trabajadores en relación de dependencia y monotributistas, proyectos urbanísticos para municipios y comunas, etc. Un banco que sea el recaudador de todos los dineros de las distintas actividades gubernamentales.
Y se propone también la creación de una comisión especial para estudiar las posibilidades que hay para llevar adelante económicamente la expropiación, integrada por miembros del Poder Ejecutivo y del legislativo provincial.
Con respecto a la continuidad operativa y jurídica, el eje esencial de la propuesta se centra en conservar las fuentes de trabajo y los derechos laborales de quienes hoy lo hacen en el Banco Santa Fe SA.
Una provincia productiva que se mueve alrededor del corazón que hace circular el dinero que genera su pueblo, el Banco Provincial. La gran discusión es saber qué hace el pueblo santafesino con la riqueza que produce cada año. Quiénes se quedan con esas riquezas y qué se puede hacer con ellas. El drama de la desigualdad en una provincia rica como es Santa Fe no puede resultar indiferente ante el crecimiento vertiginoso de la facturación y las ganancias que tiene el banco privado que explota los servicios financieros oficiales. Basta de pensar y obrar según los mandatos de los mercados. Es hora de pensar y obrar según las necesidades de una democracia que no termina de hacer pie en distintos niveles de la realidad. La defensa del Banco como sinónimo de defensa de la industria y el comercio de Santa Fe es una postal que debe oponerse al cierre permanente de ambas actividades en los últimos años. Es preciso poner en funcionamiento el principal insumo básico del trabajo político: valentía. Por eso es indispensable poner en funcionamiento una banca pública en Santa Fe.