El narcotráfico no ganó Rosario

Rosario va a ganar

La memoria colectiva y la cultura obrera, siempre vivas, hacen que las grandes mayorías, a pesar de todo y contra todo, se levanten todos los días para trabajar dentro de la ley y pelear por hacer realidad sus sueños.

Las bandas narcopoliciales son barriales, no son carteles.

La recuperación de los barrios vendrá de la política, no de los postulados fascistas que proponen las órdenes de los Estados Unidos que impone ejércitos que primero se convertirán en los principales carteles y luego matarán a miles de jóvenes con la excusa del narcoterrorismo, el eje de la doctrina de la seguridad hemisférica que suplantó a la de seguridad nacional que cobijó los genocidios de los años setenta.

Más allá de los tristes y repugnantes shows televisivos y políticos, Rosario seguirá resistiendo desde su imborrable memoria obrera.

Los catorce balazos contra el supermercado “Único”, propiedad de la familia de Antonella Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi, llegaron al mundo entero.

Ninguno de los autores materiales ni intelectuales habrá imaginado semejante conmoción. Un claro mensaje político desestabilizador contra la cada vez más endeble credibilidad de la democracia en Santa Fe.

Las bandas narcopoliciales barriales que tomaron varios barrios bajo sus gobiernos de facto, tal como dice una resolución judicial provincial, demostraron una osadía directamente proporcional a la incapacidad de los partidos políticos que vienen gobernando la provincia y la ciudad de Rosario en estos últimos veinte años para recuperar las geografías barriales desde la política democrática.

Sin mayores datos sobre la investigación, la balacera se da en el contexto de la condena contra una de las hermanas del narco Esteban Lindor Alvarado y también en el delicado momento de selección de fiscales regionales en una provincia donde los nichos de corrupción no solamente están en las fuerzas policiales y el servicio penitenciario.

La rápida asociación “Rosario – narcotráfico” impulsa la búsqueda política de calificar lo sufrido en la ex ciudad obrera y portuaria como narcoterrorismo como increíblemente coinciden funcionarias del gobierno provincial y la señora Patricia Bullrich, repitiendo la consigna de la doctrina de seguridad continental de los Estados Unidos impuesta a países del sur desde los años noventa. Cuando se dejó de lado la persecución a los “subversivos políticos” y comenzaron las intervenciones militares contra los “narcoterroristas” en Colombia, México y Brasil con el resultado de miles de muertos y desaparecidos.

Un verdadero genocidio mientras los ejércitos se convertían en los principales carteles de esas naciones y los dos negocios del narcotráfico y las armas no paraban de crecer.

Las hipótesis populares desvían los orígenes de la balacera contra los Rocuzzo en las mentes afiebradas de hinchas de Central ante la posibilidad del retorno de Messi a Ñuls. En el medio del drama cotidiano de los homicidios, la imaginación popular lleva las cabezas rosarinas a cualquier lugar.

Lo cierto es que la familia Rocuzzo Messi, como tantas cientos y cientos de familias rosarinas sufrieron las consecuencias de los negocios impunes del capitalismo como son el contrabando de armas y municiones y quizás también del narcotráfico.

Poco espacio quedará para no construir un acuerdo político entre los grandes partidos.

Por ahora no hay casi nadie que pueda gambetear la violencia, consecuencia de estos comercios ilegales.

Ni siquiera Messi la pudo gambetear.

Pero la ciudad si podrá.

Cuando la rebeldía popular vuelva a construir la vida cotidiana desde el trabajo, la educación, la cultura, la alegría y el deporte, estos años del desprecio servirán para tener en cuenta lo que se sufre cuando en lugar de protagonizar la historia se pide permiso para vivir.

El narco no ganó en Rosario. Que lo digan y lo piensen los que poco hacen para construir un presente en que sea posible democratizar la felicidad.

 El narcotráfico no ganó Rosario.

La memoria colectiva y la cultura obrera, siempre vivas, hacen que las grandes mayorías, a pesar de todo y contra todo, se levanten todos los días para trabajar dentro de la ley y pelear por hacer realidad sus sueños.

Las bandas narcopoliciales son barriales, no son carteles.

La recuperación de los barrios vendrá de la política, no de los postulados fascistas que proponen las órdenes de los Estados Unidos que impone ejércitos que primero se convertirán en los principales carteles y luego matarán a miles de jóvenes con la excusa del narcoterrorismo, el eje de la doctrina de la seguridad hemisférica que suplantó a la de seguridad nacional que cobijó los genocidios de los años setenta.

Más allá de los tristes y repugnantes shows televisivos y políticos, Rosario seguirá resistiendo desde su imborrable memoria obrera.

Los catorce balazos contra el supermercado “Único”, propiedad de la familia de Antonella Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi, llegaron al mundo entero.

Ninguno de los autores materiales ni intelectuales habrá imaginado semejante conmoción. Un claro mensaje político desestabilizador contra la cada vez más endeble credibilidad de la democracia en Santa Fe.

Las bandas narcopoliciales barriales que tomaron varios barrios bajo sus gobiernos de facto, tal como dice una resolución judicial provincial, demostraron una osadía directamente proporcional a la incapacidad de los partidos políticos que vienen gobernando la provincia y la ciudad de Rosario en estos últimos veinte años para recuperar las geografías barriales desde la política democrática.

Sin mayores datos sobre la investigación, la balacera se da en el contexto de la condena contra una de las hermanas del narco Esteban Lindor Alvarado y también en el delicado momento de selección de fiscales regionales en una provincia donde los nichos de corrupción no solamente están en las fuerzas policiales y el servicio penitenciario.

La rápida asociación “Rosario – narcotráfico” impulsa la búsqueda política de calificar lo sufrido en la ex ciudad obrera y portuaria como narcoterrorismo como increíblemente coinciden funcionarias del gobierno provincial y la señora Patricia Bullrich, repitiendo la consigna de la doctrina de seguridad continental de los Estados Unidos impuesta a países del sur desde los años noventa. Cuando se dejó de lado la persecución a los “subversivos políticos” y comenzaron las intervenciones militares contra los “narcoterroristas” en Colombia, México y Brasil con el resultado de miles de muertos y desaparecidos.

Un verdadero genocidio mientras los ejércitos se convertían en los principales carteles de esas naciones y los dos negocios del narcotráfico y las armas no paraban de crecer.

Las hipótesis populares desvían los orígenes de la balacera contra los Rocuzzo en las mentes afiebradas de hinchas de Central ante la posibilidad del retorno de Messi a Ñuls. En el medio del drama cotidiano de los homicidios, la imaginación popular lleva las cabezas rosarinas a cualquier lugar.

Lo cierto es que la familia Rocuzzo Messi, como tantas cientos y cientos de familias rosarinas sufrieron las consecuencias de los negocios impunes del capitalismo como son el contrabando de armas y municiones y quizás también del narcotráfico.

Poco espacio quedará para no construir un acuerdo político entre los grandes partidos.

Por ahora no hay casi nadie que pueda gambetear la violencia, consecuencia de estos comercios ilegales.

Ni siquiera Messi la pudo gambetear.

Pero la ciudad si podrá.

Cuando la rebeldía popular vuelva a construir la vida cotidiana desde el trabajo, la educación, la cultura, la alegría y el deporte, estos años del desprecio servirán para tener en cuenta lo que se sufre cuando en lugar de protagonizar la historia se pide permiso para vivir.

El narco no ganó en Rosario. Que lo digan y lo piensen los que poco hacen para construir un presente en que sea posible democratizar la felicidad.

Compartir:

Noticias recientes

Captura de pantalla 2025 04 25 115436

NÚMEROS LABURANTES

Primero de Mayo en Santa Fe. Por Carlos del Frade. “Nos, los representantes del pueblo de la Provincia de Santa Fe, reunidos en Convención Constituyente con el objeto de organizar los poderes públicos y consolidar las instituciones democráticas y republicanas para asegurar los derechos fundamentales del hombre; mantener la paz interna; afianzar la justicia; estimular […]
delacabeza

Soberanía de la cabeza

Palabras propias y humanismo beligerante Carlos del Frade reflexiona para actuar todos los días hasta el último para volver a democratizar los derechos humanos, laborales, de género, de la naturaleza y recuperar las riquezas materiales y culturales del pueblo para construir el sueño colectivo inconcluso de la igualdad en el trono de la vida cotidiana. […]
dad

Diego Armando Díaz: a veces el fútbol…

En medio de tanta dependencia y crueldad, la historia de DAD, el goleador de Unión, abre una ventana hacia las emociones. Quién sabe cuál será el futuro de Diego Armando Díaz pero lo cierto es que mientras tanto su alegría sirvió para pensar esa niñez y aquella adolescencia atravesadas por las urgencias, el hambre y […]
Legislatura 1

Carlos del Frade: Apuntes sobre la audiencia pública del caso Vicentín

Por Carlos del Frade El juez Fabián Lorenzini, al término de una audiencia pública de casi tres horas y media y con trescientas personas que participamos por zoom y muchas en el salón de actos, decidió pedir informes al directorio de Vicentin para que en el término de tres días presenten un panorama completo para […]
carlot

Un pedacito de humanismo

En Argentina, la mano dura contra la adolescencia y la niñez insisten en poblar las cárceles con integrantes cada vez más chicos. Hace apenas unos días, la Pastoral Social publicó un duro documento contra esa cruel cacería. En voces que insisten en que hay otras formas de vivir donde lo humano sea la más urgente […]
vidrios 1

Vulnerables y matadores

Es posible que las vidas estragadas produzcan estragos, escribe Carlos del Frade. s responsables del contexto social no suelen aparecer en los tribunales. Parecen invisibles, resultan innombrables. Pero los asesinatos, como se insiste en esta columna, son el resultado de las formas de vivir, sobrevivir o malvivir. Por Carlos del Frade (APe).- La ciudad de los niños. […]