Por Carlos del Frade
El presupuesto destinado al Ministerio de Ambiente y Cambio Climático en la provincia de Santa Fe para 2025 será de 14.262 millones 794 mil pesos, apenas el 0,13 por ciento del total de más de 10 billones 647 mil millones de pesos.
Son 13 centavos de cada cien pesos.
Sin embargo, el anexo VII del presupuesto rescata el llamado “Gasto público para la gobernanza climática”, la suma “de las erogaciones relacionadas a medidas de respuesta al cambio climático, esto es, a acciones dirigidas a la mitigación o adaptación, o bien actividades con otros objetivos pero que tienen impactos positivos para hacer frente al mismo”.
Destaca allí la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), firmada en el año 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro y el Acuerdo de París alcanzado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en el año 2015.
Subraya que sumando distintos programas en diferentes ministerios, el presupuesto para el año 2025 incluye 343 actividades y obras que representan medidas de respuesta al cambio climático. “En su conjunto, resulta un presupuesto de $675.069,7 millones, lo que representa el 6,4% del total del presupuesto de gastos de la administración provincial”, dice el anexo.
Es una curiosa manera de leer lo que realmente se destinará al cuidado del ambiente y la reparación del cambio climático.
Pero estas bellas aspiraciones colisionan directamente y terminan siendo absolutamente abstractas con la definición política de adherir al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones a través de la Ley Tributaria, al llamado Pacto de Mayo y la ley Bases del gobierno de Milei que rechaza el cambio climático y subordina a los bienes comunes al interés de las multinacionales.
Lo cierto es que el verdadero tamaño de la importancia que los gobiernos le dan a los temas de la vida cotidiana está en el tamaño del número del presupuesto.
Para Acción Climática están destinados 1.423.093.000 pesos, menos del 0,01 por ciento del presupuesto total.
Protección de bosques nativos, 1.578.878.000 pesos, también menos del 0,01 por ciento.
Control y monitoreo ambiental, 1.294.058.000 pesos, lo mismo que en los casos anteriores.
Evaluación del impacto ambiental, 469.695.000 pesos, alrededor del 0,003 por ciento.
Números raquíticos ante una realidad política nacional e internacional que avanza en la destrucción de la única cápsula espacial que es el planeta Tierra.
Con estos números en el contexto nacional y con la adhesión al RIGI, el futuro ambiental santafesino es muy oscuro.